miércoles, 16 de noviembre de 2011

A LOS "AMANTES DE LOS NIÑOS"

NÉMESIS EN EL AVERNO

http://nemesisenelaverno.blogspot.com/p/los-amantes-de-los-ninos.html


Soy lo que la sociedad llama una víctima de abusos sexuales infantiles. Mi padre me ha "manipulado" desde que era un bebé hasta mis trece años de edad. Aunque no sé cómo debería dirigirme a vosotros, que os autodenominais amantes de los niños.

He tenido oportunidad de acceder a algún blog y foro de carácter pedófilo, me he empapado de vuestros argumentos, intentando ver el otro lado de la calle.

Hace unas semanas, me llegó información sobre un partido político holandés, un partido pedófilo, vuestro partido. Os definíais a vosotros mismos como amantes de los niños, y defendíais que se bajase el límite de edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales a los 12 años, con miras a que posteriormente ese límite desapareciera.

La noticia me impactó profundamente. Hablabais de vosotros mismos como personas normales a los que les encantaba la experiencia de disfrutar de la sexualidad de un niño, pero os quejabais de sentiros discriminados por la sociedad. Asegurabais no estar cometiendo ninguna atrocidad pues para vosotros era importante iniciar a los pequeños en el sexo a muy temprana edad precisamente para que no existiera tabú. Argumentabais que si esta práctica fuera legal, no existiría el sentimiento de culpa en los infantes, puesto que no hacíais nada malo, no tendríais que esconderos y no tendríais que ocultar vuestro amor por los niños.

Me impactó sobremanera el testimonio de algún comentarista de la noticia que aseguraba haber disfrutado del sexo desde muy temprana edad y se sentía profundamente agradecido a su mentor, a la persona que le había iniciado. Una mujer relató haber mantenido relaciones sexuales con su padre desde los 8 años y que ahora, adulta, decía que su hija de 11 años convivía con un hombre de 30 y se sentían muy felices.

Ante semejante bombardeo de argumentos me sentí desarmada. No me entra en la cabeza semejante visión de la infancia, de la vida. Lo siento, pero por más que lo intento se me escapa por completo al entendimiento.

Me considero una persona abierta de mente, me gusta conocer las distintas posiciones, la diversidad de criterios, de ideas que fluyen por el mundo y puedo llegar a entender, en un conflicto, a ambas partes por igual. Tal vez me identifique más con una de las partes, que me decante más hacia uno u otro lado, pero siempre intento razonar los argumentos del otro.

Pero en este caso, lo siento, no soy capaz de aceptarlo. No transijo. Tal vez porque estoy demasiado involucrada en el tema, pero soy incapaz de consentir ni uno solo de vuestros argumentos.

Intentando realizar un ejercicio de autosugestión quise analizar, imaginar por un momento cómo se sentía aquella madre que presumía de su temprana sexualidad, cómo pudo ser para ella esa “sensación”, y me derrumbé.

Lo cierto es que la noticia me ofendió. Me ofendió profundamente. Acababa de leer –sin nombrarlo- que todos mis traumas eran producto de no haber sabido asimilar mi propia sexualidad. Me sentí insultada. Y me encantaría que me lo explicaseis. Que alguno de los que defendéis semejantes teorías o simplemente dais rienda suelta vuestros bajos instintos sin mas aspiraciones que las de satisfaceros me explique qué pasa conmigo:

¿Por qué pasé mi adolescencia intentado quitarme la vida? ¿Por qué no duermo por las noches? ¿Por qué lloro durante el día? ¿Por qué tengo pesadillas en las que estoy con “él”, pesadillas espantosas en las que acabo vomitando u orinándome en la cama? ¿Por qué cada vez que le recuerdo acercándose a mí, acariciándome, tengo taquicardia, mi corazón se encoge, tengo una piedra en el estómago, pierdo el aliento y mi mente empieza a sentir miedo? ¿Por qué odio enseñar mi cuerpo? ¿Por qué tengo miedo de la gente? ¿Por qué tengo la sensación de que no soy nada, que no valgo nada, que no sirvo para nada? ¿Por qué siento dolor cada vez que recuerdo sus manos, su pene? ¿Por qué no puedo comer un yogurt o una vichyssoise sin que me den tales nauseas que acabo vomitando hasta mi primera papilla, por el espantoso recuerdo de su esperma? ¿Por qué no puedo ni ver un plátano porque automáticamente mi boca adquiere el sabor de la goma seca? ¿Por qué no puedo escuchar el sonido de arrancar una flema de la garganta sin que un escalofrío me recorra la espalda? (Él tenía esa costumbre) ¿Por qué no soporto las camisetas de interior masculinas, las manos sudorosas, los dedos amarillos, la ropa húmeda? ¿Por qué no puedo vivir una vida sexual plena con mi marido? ¿Por qué no puedo escuchar a mi cónyuge decir que tengo una piel muy suave sin que automáticamente mi mente me reproduzca, como una grabación, la misma frase con la voz de mi “iniciador” cuando él me lo decía? ¿Por qué cuando me toca mi pareja dentro de mi cabeza se libra la madre de todas las batallas y a veces gana mi monstruo? ¿Por qué en esas derrotas mi cabeza vuelve a gritar que me están violando de nuevo, a pesar de que jamás medió violencia en esos trece años? ¿Por qué en esos momentos el suicidio vuelve a ser una opción, un pensamiento recurrente?

¿Es que estoy loca? ¿es que soy una desagradecida, que no aprecia el favor que me hizo mi padre al iniciarme en la sexualidad antes de que me quitaran los pañales? ¿Debería buscarme un buen sexólogo en lugar de un buen psiquiatra?

Habláis de consentimiento. ¿Consentimiento de quién, del adulto? ¿o pretendéis decirme que yo consentí con un año de edad, o con cinco, o con trece? Aunque es posible que lo veáis como si fuera enseñar a un niño a utilizar los cubiertos o a ir al baño… Y no tengáis la desvergüenza de decir que el niño o la niña os buscaba, Porque me parece el argumento mas pueril que he oído en mi vida, que demuestra la pasta de la que estáis hechos, dispuestos a justificaros aprovechando de forma miserable vuestra posición de adulto responsable sobre el que el niño deposita su confianza.

Me parece muy bien que proclaméis el derecho a vuestra libertad sexual (por mí, como si os lo hacéis con una cabra) el problema, es que sois incapaces de ver la devastación que dejáis en ese niño o niña que tanto decís amar. Existen cientos de estudios que lo confirman.

Leeros bien la definición que viene en la proclamación de los derechos humanos: De manera genérica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. Ahora intentad explicarme dónde veis la igualdad de vuestro intelecto con el del menor. Probablemente, en categoría moral, el niño/niña os saque varias cabezas de distancia.

¿Acaso no comprendéis que él/ella no entiende qué es eso? indicáis que su cuerpo responde, que disfruta. No confundáis los términos, su cuerpo está preparado para sentir placer ante la estimulación, pero no así su mente. El niño o niña no disfruta, solo disfruta su cuerpo. Ni siquiera es consciente de todo lo que vendrá después. No sabe que detrás viene el infierno, y creo que vosotros tampoco. Sé de qué hablo, yo he estado allí.

Me alegra leer que alguno de vosotros es feliz con su “precocidad”, pero mucho me temo que no sois ni mucho menos la norma. Detrás de este escrito existen miles de personas, a las que no se respetó su derecho a no tener sexo. Su derecho a decidir sobre su propio cuerpo. El derecho de esa persona a no ser manipulada como a un esclavo.

Y a aquellos que argumentáis que también fuisteis niños abusados, os diré: No me dais ninguna pena. A pesar de que alguien tomó por vosotros la decisión de entregar vuestra intimidad sin preguntaros, no os perdono que queráis hacer lo mismo. Se ha abierto la veda. Sois mi enemigo a batir. A partir de ahora dedicaré el resto de mi vida a luchar contra vosotros. Tal vez esté en inferioridad de condiciones porque yo carezco del valor y la autoestima de la que vosotros disfrutáis. Es muy posible que algunas batallas las pierda por las enormes carencias que los abusos sexuales infantiles dejaron sobre mí. Pero que eso no os confíe. Porque si he tenido el valor y la valentía de enfrentarme a mis propios fantasmas, si he conseguido seguir con vida a pesar del espanto de mi infancia, no me temblará la mano para acusaros de ser las personas más despreciables de la tierra, que se escudan en argumentos pseudo-educativos tan sólo para satisfacer vuestro propio ego. Aprovechándoos de personas a las que jamás disteis la oportunidad de elegir si deseaban o no haceros una paja. Os guste o no, solo tenéis un nombre: VIOLADOR. Y me atrevería a decir que estáis en lo más bajo de la escala moral del hombre, porque ni siquiera tenéis el valor de enfrentaros cara a cara con un adulto -hombre o mujer- con el que mostrar vuestros encantos. La escoria de la humanidad.

Y por favor, no me vengáis con eso del odio y la intolerancia. Cuando digo que sois mi enemigo a batir, me refiero a que emplearé toda mi vida a explicarle al mundo, y a vosotros, que el daño que causáis es irreversible, que no sois conscientes del desierto que dejáis detrás. Y que necesito que lo entendáis.

Yo no os odio, solo siento una gran tristeza por vuestra ignorancia.

Un saludo.

NEMESIS


5 comentarios:

  1. Es indignante e intolerable que haya personas que manifiesten su pedofilia tan abiertamente agrupados en un partido político.A de más de ser un menos precio y un insulto hacia las victimas están en lo más bajo de la escala de los valores humanos.Personas sin ningún tipo de escrúpulos alguno dispuestas a violar y desgarrar la vida de un niño o niña para toda la vida.Me dan asco y pena e incluso rabia el oírles decir que aman a los niños cuando ni ellos mismos conocen el verdadero significado de esa palabra.

    solo puedo decirte que te comprendo perfectamente todo lo que sientes y manifiestas

    Mucha suerte Nemesis.

    Abrazos y saludos afectuosos!

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  2. No tengo palabras Nemesis. Bueno, una que define lo que me ha hecho sentir tu escrito. ¡BRAVO! Aun te quedas corta para describir a esta clase de monstruos que dicen "aman a los niños". A menudo me hundo en mis propios sentimientos y intuyo que a veces, es una batalla perdida luchar contra todos estos malnacidos. Y no me gusta sentirme asi, pero llevo años viendo que el mundo esta bastante ciego y toma excusas para toda su depravacion camuflada en "libertades". A veces no se hacia donde ni a quien gritar porque veo que se pierde la voz o la mitigan como pueden para que no se te oiga.
    Un abrazo muy grande Nemesis.

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  3. Gracias a los dos por vuestro comentario.
    Gracias por la publicación, Nery.
    No puedo decir mas.
    Besos desde el Averno.

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  4. Impresionante d verdad...quede impactada con lo q escribiste, te felicito por ser tan valiente..son unos verdaderos malditos!!!!! saludos desde San Cristóbal-Venezuela

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  5. Es impactante ésta realidad que pasa a diario... Escribo porque quiero advertir un peligro... es abusador sexual y trabaja como Terapista físico en la escuela de Integración Luis Alberto Luna Tobar, "CIELALT" de Santa Isabel en la provincia de Azuay, Ecuador. Trabaja con niños vulnerables y con necesidades especiales educativas, físicas y cognitivas.
    Los padres y apoderados tienen que tener cuidado de Luis Rodrigo Alba Barreiro, ya que su imagen personal esconde muchas perversiones, es abusador sexual y aparenta ser bueno ante la sociedad...
    Se necesita que se siga denunciando y que hablen mas víctimas para que paga en la justicia por los graves delitos que ha cometido.

    Agradezco su apoyo y compresión

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