domingo, 14 de agosto de 2011

MAS "INVISIBILIDADES"



Ese vínculo, ese vínculo que “jamás” termino de “crearse”. Lo invente Yo, fui yo la creadora, la fabricante de un “vínculo” que tenia lazos invisibles. Pensaba que era “única” pensé que él jamás había conocido a nadie siquiera “parecida” a mí, pensaba que era totalmente única y especial. Pensaba que “YO” era necesaria para su vida! Que era necesaria para él, para todas las áreas de su vida. Pensaba que era la amiga que necesitaba y (creo que nunca ha tenido) Pero una verdadera amiga, en quien se confía plenamente, en quien se puede contar para conversar sus alegrías, sus tristezas, sus cosas, sus vivencias. Pensaba que era la mujer que “llenaba” cada uno de sus espacios. La mujer que sin pedirlo tendría la llave de su corazón en las manos, la mujer que conocería cada una de sus tristezas para con mi compañía convertirla en alegrías. Pensaba que con palabras, con mi sola presencia “estaría todo bien”. Emociones desbordadas, detalles a granel… Cariños al “por mayor”, lágrimas también en exceso. Entusiasmo, sueños, ilusiones, sinónimos de todas esas palabras. ¿Para qué? Para siempre terminar llorando, tantas lágrimas. ¿Qué es acaso esto el amor? ¿El amor correspondido? ¿El amor “real”? Un amor lleno de globos multicolor flotando en el aire… Un amor con poemas de mi propia inspiración, de cuentos de hadas inexistentes. El amor que ahora considero “condicionado” por la “perversión” y el “sexo”… El amor que ahora siento desgarrado como desgarrada la piel de mi cuerpo. El amor en que creí y LA VERDAD NO SE YA SI AUN SIGO CREYENDO!! El amor asfixiado de reproches, de celos sin sentido, el amor que no conoce la comprensión, la empatía, el consuelo ni el alivio! El amor pintado con sombras de desilusión y palabras y frases humillantes. El amor que se confunde con codependencia! El amor que tiene miedo a “alejarse” por la propia salud de quien ha estado en las orillas del infierno. YO! El amor plagado de inseguridades de lazos que recuerdan los atropellos de un pasado inmensamente triste. El amor aplastado por toneladas de secuelas.
Ese vínculo que aún persigo como se persigue la cola un perro.

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