
Vivimos a ras de suelo, nos caemos y levantamos continuamente con más fuerzas o menos, lo importante es que levantamos.
Nunca me había sentido tan unida por mis compañeras de estos blogs, nuestros diarios.
Leer vidas semejantes, experiencias que unas pasan y otras pasaron y que ayudan de verdad en el camino. Lo mejor es conocerl@s y que a pesar d estar en una lucha unas se sostienen a otras y es algo indescriptible.
Recordareis la sensación de sentirse pequeños e indefensos y cuando en el día a día tenemos una piedra delante el estómago da la misma sensación, pues es ahí cuando se vive a ras de suelo, cuando nos apoyamos o solas seguimos desatando los nudos de nuestras vidas porque estoy convencida que a alguien les sirve. Ya con el hecho de que nos libera que ya es bastante, puedo comprobar como une compartir y se aprende a lo largo de los años tirando unas de otras o arrastrándonos solas.

Después de muchos años he tratado de restablecer lazos familiares.
difícil tarea porque siguen viendo normal lo que para mi no lo es.
Piden enterrar el hacha de guerra y centrarnos en le presente, pero para mi no es lo mismo aunque por lo menos los llevo porque no tengo otro remedio y los evado cuando dañan. No todo el mundo le gusta hablar del tema ni rondar por qué, que pueden tomarse como reproches de dónde estabas cuando a mi...Pero he aprendido a que el daño no me llegue y es importante porque ya tengo el suficiente para añadir más a mi vida. Si quieren formar parte de mi vida que sea con mis cartas no con las suyas porque basta de sentirme pequeñita e inútil como antes. Ahora soy grande y puedo defenderme, aunque viva a ras de suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario